Duane Michals

"La fotografía es un medio para mostrar relatos interiores y no solo objetos bellos"


Video-entrevista:
Visions And Images: Duane Michals














Duane Michals,es un fotografo americano que acredita su fama y su singular mirada a la falta de educación formal como fotógrafo, un autodidacta, es uno de los máximos exponentes de la fotografía conceptual y filosófica.
De hecho, casi siempre sus imágenes se construyen como una reflexión metafísica sobre la condición humana, el sexo, el humor o la violencia, para la que se sirve de su propio cuerpo y su rostro. Sus comienzos revelan la gran influencia de Atget en la fotografía norteamericana con escenarios recurrentes como los restaurantes, salas de espera o recepciones de hotel, pero en 1966 comienza a hacerse con un estilo propio y único a través de la técnica de la secuenciación: una sucesión de fotografías como forma de contar historias con, incluso, un desarrollo temporal. Una técnica que perfiló aún más en sus trabajos a mediados de la década de los 70 al incluir pequeños manuscritos en las copias pacido en Mckeesport, Pensilvania EEUU en 1932, Duane Michals propone una estetica que coquetea con el surrealismo de Magritte, con un universo que se sitúa en la frontera entre la realidad y la ficción. "Me gusta la ironía", afirma Michals, quien a sus 69 años conserva un envidiable sentido del humor.
"Los artistas de hoy, que tienen ideas de una envergadura muy corta, necesitan grandes formatos para simular que están haciendo algo interesante. Los que tienen ideas brillantes pueden trabajar perfectamente en formatos reducidos porque sus ideas relucirán con intensidad. ara reforzar su significado.
Vivimos en una sociedad completamente estúpida, donde se valora más la imagen que la idea", explica Michals. El destino metalúrgico depositó en Pennsylvania a su padre acerero y a su madre asistenta doméstica, por lo que su interés por el arte sorprendió a propios y extraños de una comunidad de emigrantes checos de clase media. A los 14 años Duane Michals tuvo claro que ni el acero ni la limpieza serían el destino de su existencia, y a los 17 pasó semanas ahorrando para comprarse su primer libro de poesía. Hojas de hierba de Walt Whitman. En 1953 se graduó en Bellas Artes en la Universidad de Denver y después pasó dos infernales años como teniente de la armada. Al salir de allí se dirigió a Nueva York con la intención de convertirse en diseñador estudiando en la Escuela de Diseño Parsons, estudios que abandonó un año después para dedicarse a varios trabajos publicitarios que se le presentaron en Madmoiselle, Esquire y un puesto de diseñador en la revista Time.
En 1958, un viaje de tres semanas por la Unión Soviética y una cámara prestada como acompañante cambiaron a Duane Michals para siempre. Fue ésta, tras la de Whitman, la segunda y definitiva revelación que desembocaría en el futuro de la emoción fotográfica que hasta hoy ha desarrollado este fotógrafo que es hoy considerado como uno de los más importantes artistas de este arte de todo el siglo XX. las primeras series que realizo, como anteriormente se nombro, fueron influenciadas por el trabajo de Atget, con vistas de restaurantes, salas de espera y vestibulos, a las que dio el nombre de"Empty New York". Para poder fotografiar y explorar a través de la fotografía las facetas de sus muy personales emociones, Michals tenía que ganarse la vida haciendo fotografía comercial. Duane ha fotografiado todo, o casi todo. Desde portadas para la revista Life; desplegables de moda para Vogue; reportajes anuales para el New York Times, hasta campañas de publicidad para Gap y Microsoft. Incluso se aventuró en la fotografía y diseño la portada del album Synchronicity de The Police.
Fabrica la realidad antes de mostrarla subjetivamente Cuando Michals toma la cámara para dejar la publicidad de lado, se apodera de él el impulso de la intriga, y la inspiración para hacer de la fotografía la visión de sus sueños, temores y deseos. Empleando la técnica de la doble y triple exposición, y escribiendo textos o pintando directamente sobre el papel fotográfico. Michals consigue un estilo entre lo surreal y lo cinemático. No en vano, tiene entre sus ídolos y fuentes de inspiración a Magritte, De Chirico y Balthus, a quienes se ha encargado también de inmortalizar con gelatinas de plata. Fue muy criticado en los 70 por demostrar que la fotografia era un medio para fijar relatos muy interiores en vez de objetos bellos. Su serie Sequences de finales de los sesenta y principios de los setenta contiene dos de sus aportes más reconocidos e importantes a la fotografía. Es un trabajo con secuencias de imágenes (entre 5 y 15 por obra).
Es un esfuerzo experimental para contar una historia en la que la realidad nunca está presente, siempre va arrastrada por el tiempo. El resultado son obras enigmáticas, casi ilustraciones de fantasías oníricas donde el tiempo, insertado entre los lapsos de las secuencias, recubre de incertidumbre el sentido de su sucesión. Esto, y la inclusión de textos y pintura, supuso no sólo su consagración como autor sino que se convirtió en punto de referencia obligado al hablar de la capacidad narrativa de la fotografía. "Quien ve mis fotos ve mis pensamientos" es una declaración de principios por parte de Michals pero también una sutil llamada a la complicidad con el espectador.

Con la sucesión de imágenes que constituyen una secuencia, Michals consigue desarrollar discursos sobre todo metafísicos, apoyándose en escenarios desnudos. A quienes le han acusado de servirse de esta técnica para desfogarse de su deseo de hacer cine, Michals les responde que las fotosecuencias son al cine lo que la poesía a la novela: una sintaxis completamente diferente. Su trabajo ademas de ser influenciado por el surrealismo tambien fue por el budismo Zen. A René Magritte lo fotografio varias veces. Fue una serie realizada en una visita de varios días a su estudio en Bélgica. La incisiva mirada de Michals penetra en el ámbito privado del famoso pintor dando como resultado una extraordinaria sintonía visual con el universo personal y simbólico de Magritte. Sus imágenes tratan de fantasias eroticas, humoristicas, muchas veces violentas,de ocurrencia espontánea, utilizaba luz natural y muy poco equipo tecnico. En ocasiones sus imágenes son borrosas que insinuan historias fantasmales, espiritualidad, enfatizaban lo oculto, lo misterioso.
"La realidad no me interesa en absoluto. Prefiero vivir en un mundo irreal, me parece más estimulante. Nunca me ha interesado la calle, no creo que ahí afuera ocurra nada interesante. Al contrario que otros colegas, yo no me he paseado jamás con la cámara a cuestas para captar una instantánea. A mí, sobre todo, me interesan las emociones y los sueños. Lo que pasa en la calle actualmente es demasiado estúpido como para prestarle atención".

Fuente:
http://www.radiomontaje.com.ar/fotografos/duanemichals.htm

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